miércoles, 5 de octubre de 2011

Enfants.



Abajo del humo y sobre la gente
mis pupilas se eclipsan con tu piel.
Tú te sueñas las ganas de verme
fumando con botas
y un beso en la sien.

Sobre la piedra lunar más alta
vimos la ciudad en una copa de vino,
y es un cuadro impresionista que traza
sus gruesos óleos en todos tus rizos.

Yo te quiero en este juego de niños,
como una postal
de les enfants de montmartre.
Abrazando el olor a cigarrillos
que parecen de miel o chocolate,
y diciendo que el barrio
se derrite por su luz.

Cuatro labios y una palabra,
todo el tacto, tu respiración.
Así vimos a Caracas
con el cuerpo y sin pudor.