
Cuando duermo, primero me levanto de la cama,
camino hacia el baño y me quito el rostro.
Dejo que escurra en el lavabo y miro al espejo.
Entonces, soy un retrato en blanco.
Luego quito la herrumbre de mis poros,
sacudo el polvo de viejas caricias
y me pongo otro nombre:
algo que suene como la lluvia.
Así atravieso noches y días
zurciéndome luz a las pupilas,
haciendo el amor
con quien pueda hacer de sí un prisma.
Para volver a despertar con esa herida
que se abre al filo del sueño.
Con ese rostro que te espera en el lavabo,
queriendo devorarte como una celda caníbal.
camino hacia el baño y me quito el rostro.
Dejo que escurra en el lavabo y miro al espejo.
Entonces, soy un retrato en blanco.
Luego quito la herrumbre de mis poros,
sacudo el polvo de viejas caricias
y me pongo otro nombre:
algo que suene como la lluvia.
Así atravieso noches y días
zurciéndome luz a las pupilas,
haciendo el amor
con quien pueda hacer de sí un prisma.
Para volver a despertar con esa herida
que se abre al filo del sueño.
Con ese rostro que te espera en el lavabo,
queriendo devorarte como una celda caníbal.
Saludos, amigo(a), hemos leído tu blog, y decidimos publicarte, si estás de acuerdo, en la página de ediciones Yaracuy Oculto, pero para eso, debemos hacerlo con tu nombre completo y algunos datos, contactanos al correo edicionesyo@yahoo.com para confirmar.
ResponderEliminarConcejo editorial Ediciones YO.