He llegado,
te he alcanzado,
me has atrapado,
nos hemos
entrelazado.
Ahí estás,
pegando ceniza a
las paredes,
arropada de música
y matices irreconciliables.
La noche y el día que incubas en mi garganta.
La voz que no
conozco.
La palabra que no
he dicho.
Y el óxido del metal en las venas,
de
dientes como rejas,
de
sangre ocre.
He llegado, ahí estás,
Ahí llegado, he estás,
Llegado estás, he ahí.
Conmigo, en mí, de mí.

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