martes, 30 de septiembre de 2014

(No) Estoy aquí.



Estoy aquí.
No sé qué demonio
me mostró la joya 
del sufrimiento humano
en la hojilla del alba.
Me niego a declarar
en contra de lo invisible
con las mismas
penurias diarias
que cambiaría
por una pestaña.
Te ves hermosa
cuando lloras
a solas.
Me escuchas aullarle
al centro de la tierra.
Decidí
doblar mi sombra
y guardarla
en el baúl.
Dejé el corazón
latiendo
en la despensa.
Ya no me duelen
las palabras
que masticaba
como polvo
de vidrio.
Ahora sonríes
frente a una tumba.
No estoy aquí.

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